La naranja y el ateo

Un ateo dictaba una conferencia ante un gran auditorio, y después de haber finalizado su discurso, invitó a cualquiera que tuviese preguntas a que subiera a la plataforma. Después de unos momentos un hombre que había sido bien conocido en la localidad por su afición a las bebidas embriagantes, pero que había sido salvo recientemente, aceptó la invitación, y sacando una naranja del bolsillo comenzó a pelarla lentamente.

El conferenciante le pidió que hiciera la pregunta; pero el hombre continuó imperturbable pelando la naranja, al término de lo cual, se la comió. Cuando terminó de comérsela se volvió al conferenciante y le preguntó:

-” ¿Estaba dulce o agria?”-
-”No me pregunte tonterías-respondió el orador con señales evidentes de enojo-. ¿Cómo saber el gusto si no la he probado?

El borracho convertido respondió:

-Y ¿cómo puede usted saber algo de Cristo si nunca lo ha probado?

En nuestro caminar, nos encontraremos con personas que va hablar mal de Cristo, del evangelio, eso solo quiere decir una cosa, que ellos no lo han probado, Porque de haberlo probado se darían cuanta cuan bueno es Dios, cuan bueno es servir a Cristo.

Cuando alguien hable mal del evangelio, no te enojes, invítela a probar a Cristo para que al igual que tu entienda, se dé cuenta, cuan bueno es Dios. Y pregúntale ¿cómo puedes saber que algo es malo o bueno sin antes haberlo probado?

Dios es bueno, todo el tiempo y todo el tiempo, Dios es bueno!!

Amen…