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Juan 16:16-24
La tristeza se convertirá en gozo
16 Todavía un
poco, y no me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis; porque yo voy al Padre.
17 Entonces se
dijeron algunos de sus discípulos unos a otros: ¿Qué es esto que nos dice:
Todavía un poco y no me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis; y, porque yo
voy al Padre?
18 Decían,
pues: ¿Qué quiere decir con: Todavía un poco? No entendemos lo que habla.
19 Jesús
conoció que querían preguntarle, y les dijo: ¿Preguntáis entre vosotros acerca
de esto que dije: Todavía un poco y no me veréis, y de nuevo un poco y me
veréis?
20 De cierto,
de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se
alegrará; pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá
en gozo.
21 La mujer
cuando da a luz, tiene dolor, porque ha llegado su hora; pero después que ha
dado a luz un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo de que haya
nacido un hombre en el mundo.
22 También
vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro
corazón, y nadie os quitará vuestro gozo.
23 En aquel día
no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis
al Padre en mi nombre, os lo dará.
24 Hasta ahora
nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea
cumplido.
He escuchado a muchos decir; yo no me
convierto porque lo evangélicos pasan demasiado trabajo, sufren demasiado, no
entendiendo que aunque nosotros sufrimos, lo hacemos con una esperanza,
mientras que el mundo sufre sin esperanza.
¿Qué es mejor sufrir con una esperanza o
sufrir sin ninguna esperanza? No se para ti, pero yo prefiero sufrir con una
esperanza, sufrir sabiendo que lo sufrimientos presentes, no serán comparable
con la gloria venidera que ha de manifestarse, cuando Cristo venga por su
pueblo. Sabiendo que si sufrimos por Cristo aquí, reinaremos con el allá.
Así cuando estés pasando por momentos
difíciles, que esto no te sea de obstáculo para volver atrás, el señor dijo en
su palabra “en el mundo tendréis aflicciones, pero también nos dijo que así
como el venció al mundo, nosotros en su nombre venceremos. También nos dijo que
al final de una vida de proceso, nuestra tristeza se convertirá en gozo, es
decir no estamos sufriendo en vano.
Antes de mirar atrás, en lo duro del
proceso recuerda, que en el mundo también vas a sufrir, pero sin esperanza,
mientras que en Cristo tenemos una esperanza. No dejes que las espinas te
impidan disfrutar de la rosa, no dejes que los momentos difíciles te hagan
quitar la mano del arado. “Tú que has puesto tu mano en el arado no tornes tu
mirada nunca atrás, sigue a Cristo como un buen soldado y veras que recompensa
tu obtendrás”.
Qué bueno es saber que aunque estamos
sufriendo, tenemos esperanza en Cristo, que aunque en este mundo el señor nos
ofreció una copa de aflicción, también nos ofreció la vida eterna si
perseveramos hasta el fin.
Ser cristianos es difícil, solo cuando
pretendemos vencer los obstáculo con nuestra propia fuerza, sin embargo cuando
decimo y creemos, que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece, las cosas
son distinta, ya que es Dios quien pelea por nosotros, por lo que diga el débil
fuerte soy, en Cristo Jesús.
Si David se hubiese apoyado en su propia
fuerza, en ninguna manera hubiese vencido aquel gigante, si tu quieres vencer
tu gigante, apóyate en Dios y el te dará la victoria, como se la dio a David y
a todo aquellos que atravez de los tiempos confiaron en él, y depositaron en él
sus fuerzas.
Es necesario que seamos probados en todos
los sentido, espiritual, financiero etc. para que aprendamos a depender de Dios,
porque como saber que Dios sana, cuando nunca hemos estado enfermos, como saber
que Dios suple, cuando no hemos pasado por momentos de necesidad.
No importa que tan difícil sea la situación
por la que estas pasando, confía en Dios, apóyate en él, y él será tu brazo
fuerte, el será quien peleara tu batalla y ten por seguro que la victoria, el
te dará.
Que volver nunca sea una opción para ti,
porque de volver atrás no se acabara el sufrimiento, al contrario seguirás
sufriendo pero sin esperanza, mientras que en este camino que es Cristo,
también sufrimos pero con una esperanza. Qué bueno es cuando hacemos algún
sacrificio, sabiendo que es por algo que vale la pena, tu sacrificio en este
camino no es vano, Dios te tiene tu recompensa.
¿Y lo que Dios da es bueno? No, es más que
bueno, vale la pena cualquier sacrificio que tengamos que hacer, por servir a
Cristo.
La puerta del infierno se levantara, pero
no prevalecerá contra el pueblo de Dios, porque el señor está con nosotros, como
poderoso gigante y no tu, pero yo confiado en el esperare.
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